El movimiento Ni Una Menos surge en el año 2015 como instancia de organización y movilización colectiva frente a las alarmantes cifras de femicidios en Argentina. La primera convocatoria fue impulsada por periodistas, actrices y organizaciones feministas y reunió a unas 300 mil personas en la Plaza de los dos Congresos, en la ciudad de Buenos Aires, así como también fue masiva en otras ciudades del país.
Entre las demandas que impulsa el mismo se encuentran:

La reglamentación e implementación del Plan Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la violencia contra las Mujeres, incluido en la Ley 26.485 del año 2009
El relevamiento y publicación de datos estadísticos sobre femicidios, la COLEGIO DE PROFESIONALES EN SERVICIO O TRABAJO SOCIAL DE TUCUMAN instrumentación de medidas que permitan superar los obstáculos institucionales para el acceso a la justicia de las víctimas de violencia de género
La implementación efectiva de la ESI en las instituciones educativas
El cumplimiento de los protocolos Éticos en el tratamiento periodístico sobre femicidios y en los contenidos de los medios masivos de comunicación.
El Colegio participa activamente de este espacio y sus convocatorias, en tanto entiende la violencia machista como una forma de disciplina miento sobre las mujeres, legitimada por la cultura patriarcal de nuestra sociedad. Dicha cultura‚ atraviesa las representaciones y prácticas tanto de los sujetos particulares, como de las instituciones y sus agentes. Conscientes de ello es que se considera, como una responsabilidad Ética, la incorporación de la perspectiva de género en las intervenciones profesionales de los trabajadores sociales.
El relevamiento y publicación de datos estadísticos sobre femicidios, la COLEGIO DE PROFESIONALES EN SERVICIO O TRABAJO SOCIAL DE TUCUMAN instrumentación de medidas que permitan superar los obstáculos institucionales para el acceso a la justicia de las víctimas de violencia de género
La implementación efectiva de la ESI en las instituciones educativas
El cumplimiento de los protocolos Éticos en el tratamiento periodístico sobre femicidios y en los contenidos de los medios masivos de comunicación.
El Colegio participa activamente de este espacio y sus convocatorias, en tanto entiende la violencia machista como una forma de disciplina miento sobre las mujeres, legitimada por la cultura patriarcal de nuestra sociedad. Dicha cultura‚ atraviesa las representaciones y prácticas tanto de los sujetos particulares, como de las instituciones y sus agentes. Conscientes de ello es que se considera, como una responsabilidad Ética, la incorporación de la perspectiva de género en las intervenciones profesionales de los trabajadores sociales.